jueves, 4 de diciembre de 2014

Competición de marcha nórdica


Mi primera experiencia en competición de marcha nórdica, el domingo pasado, 10 km dentro de la Media Maratón de Córdoba. 
           Increíble, sobre todo por la buena compañía. ¡Pedazo de equipo! Igualé mi mejor marca en entrenamiento, o sea que muy bien. Una gozada visual y una inigualable experiencia de aprendizaje práctico siguiendo a José Luis y a Regina durante cinco kilómetros. ¡Qué potencia! Siento no haber podido despedirme de todos como os merecéis, pero al final de la carrera el sudor se me estaba convirtiendo en témpanos y notaba la fiebre subiendo a grado por minuto. Afortunadamente llegué a tiempo a la ducha caliente, reparadora del hotel. Gracias por vuestros halagos de mi pisada. Mis parejas de baile de salón no opinan lo mismo. Para el observador curioso, no son tobilleras lo que llevo, sino polainas para evitar esas latosas piedrecitas que se empeñan en perseguirte durante las caminatas, hasta el interior de las zapatillas. Muy prácticas. Os aconsejo que las probéis, si tenéis este problema.
              ...y el domingo que viene a Cieza, 10.900 m, (si alguien de Cartagena se anima, tengo sitio en el coche). Ya os contaré. 
             ¡Ah, y la imagen de abajo no está trucada: los ciclistas sudaban para pasarme!

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