domingo, 24 de marzo de 2024

NUEVO CURSO GRATUITO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA

 

El domingo, 7 de abril, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 3º de este año, 105º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de Juan Fernández https://www.google.es/maps/dir//37.6215857,-0.9910311/@37.621471,-0.9910955,17z/data=!4m2!4m1!3e2?entry=ttu. Tras esta sesión, podrás mejorar sensiblemente tu forma de andar y estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, al tiempo que adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 6 de abril.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica, da igual. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,

José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).

sábado, 9 de marzo de 2024

FARTLEK, MÚSICA Y NORDIC WALKING


 Cuando, hace alrededor de un siglo, el entrenador sueco Gösta Holmér desarrolló el fartlek (juego de velocidad, en su idioma) como sistema de entrenamiento de la resistencia y la velocidad para los equipos de campo a través de su país, que competían contra los finlandeses, consiguió resultados espectaculares gracias a los efectos sobre el organismo de los atletas de los continuos cambios de ritmo en los que se basaba el nuevo sistema, adaptados (provocados, decía él) por las irregularidades del terreno, en plena naturaleza, dónde el individuo se mueve “por instinto”, cambiando la velocidad, la intensidad y el volumen de la carrera a su propio gusto.

Si Holmér hubiese dispuesto de la tecnología actual, es posible que se le hubiese ocurrido adaptar los cambios de ritmo a música, aleatoria o no, reproducida en los auriculares del atleta por algunos de los medios ligeros y portátiles de que ahora disponemos.

Conocedor y practicante desde hace más de 40 años del fartlek como sistema de entrenamiento/mantenimiento ideal, cuando hace 17 empecé a sustituir mi running habitual por el nordic walking (NW), continué utilizando el fartlek como sistema regular de actividad física en esta nueva modalidad, utilizando una selección musical grabada en mi MP3, o la sintonización de una emisora cualquiera de radio músical, para proporcionarme los cambios de ritmo en los que se basa el sistema.

Con el running, el volumen del trabajo no tiene que ser excesivo ya que eso traería un empeoramiento de la calidad del entrenamiento, razón por la cual se recomienda que la duración no sobrepase una hora. Sin embargo, en el NW yo realizo prácticas habituales próximas a las dos horas sin percibir agotamiento, dolor o detrimento en la calidad del ejercicio realizado.

Debido a los continuos cambios de ritmo, el fartlek mejora rápidamente las resistencias aeróbica y anaeróbica, ayuda a reducir lesiones por uso excesivo del ejercicio aeróbico repetitivo, mejora la velocidad en función de los ritmos utilizados, favorece la pérdida de grasa corporal, mejora la circulación y la capacidad cardio respiratoria y puede, además, utilizarse como entrenamiento cruzado para distintos deportes, adaptándolo a las exigencias específicas de los mismos.

Mi fartlek musical me proporciona, además, una condición que yo considero fundamental para la práctica deportiva habitual. Siempre repito a mis alumnos que el NW tiene que ser LSD (lúdico, sano y deportivo) para que tenga continuidad en el tiempo y proporcione los beneficios que de él esperamos. Para mí hay pocas cosas más lúdicas que una actividad física en la que una música variada juegue un papel importante, marcando continuos y agradables cambios de ritmo, que siempre tendremos la opción de ralentizar si el cansancio o las molestias físicas así nos lo aconsejan, resultando en una práctica deportiva excelente para cualquier edad y nivel de forma física.

En cualquier caso, sea haciendo fartlek o utilizando cualquier otro sistema, lo importante es sacar los bastones del paragüero todo lo que podáis, y ¡darles marcha!





jueves, 15 de febrero de 2024

MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA - REFLEXIÓN FINAL

La marcha nórdica no es senderismo, ni carrera por montaña, ni competición, aunque su técnica sea de gran ayuda para todo esto. La marcha nórdica es un deporte que, fundamentalmente, nos proporciona salud, gracias a una técnica bien asimilada, perfeccionada y ejecutada. Hay gente que, aún reconociendo los beneficios de la marcha nórdica, no da a la técnica la importancia que tiene. Y es que la rutina de andar, de por sí, es muy beneficiosa. Y más aún la de andar con unos bastones que, mal que bien, siempre nos van a proporcionar equilibrio y apoyo, muy bien venidos cuando los años y las lesiones nos hacen triste y dolorosamente conscientes de la debilidad y fragilidad de nuestras piernas.

Hay mucha gente que piensa que hace marcha nórdica porque anda con bastones, y porque nota la diferencia de usarlos a no usarlos. ¡Enhorabuena! … sinceramente. Pero la marcha nórdica es mucho más que eso, y los beneficios que nos puede reportar son estratosféricamente mayores que los que percibimos con el simple “andar con bastones”. Y es una pena que tanta gente, quedándose en la antesala de este extraordinario deporte, por desconocimiento o autosuficiencia, se vea privada de tantos y tan buenos dividendos.

La marcha nórdica consiste en andar de forma natural y deportiva, utilizando dos bastones con una técnica que nos permita sacarles el máximo beneficio. Cuando hacemos marcha nórdica, no inventamos una nueva forma de andar; el movimiento natural de la marcha se mantiene (yo diría que se perfecciona) cuando andamos con los bastones; pero andando deportivamente, es decir, no saliendo a pasear y fotografiar las mariposas, o ver escaparates, o hablar por el móvil, o hacer carreritas … vamos, lo que viene siendo salir a ANDAR, ese ejercicio tan recomendable a cualquier edad Pero, además (y esto es lo que diferencia la marcha nórdica del simple andar con bastones) lo hacemos utilizando los bastones con una técnica que nos permite hacer de ellos herramientas perfectas para obtener los máximos beneficios de su uso, tanto para nuestra propia salud (poniendo en movimiento el mayor número posible de músculos y articulaciones de nuestro cuerpo) como para nuestro desplazamiento, haciéndolo lo más eficiente y seguro posible.

El curso de iniciación a la marcha nórdica, la excelencia del instructor y la atención y el interés con que los alumnos lo sigan, van a marcar de forma crucial el futuro de éstos como nordimarchadores y, sobre todo, los beneficios que van a poder conseguir con la práctica habitual de este deporte. El curso debe asegurar a los asistentes una base técnica suficiente para que puedan empezar a practicar, disfrutando de sus bastones, y a percibir las posibilidades de este deporte; pero también debe proporcionarles una clara visión anticipada de la técnica completa y de sus beneficios, así como de los métodos y pautas para conseguirla. El instructor debe tener todo esto claro y sistematizado, para ser capaz de transmitirlo a los alumnos en el tiempo disponible del curso, y éstos deben salir de allí con una idea muy clara de sus posibilidades actuales, el camino a seguir, y los beneficios a los que pueden aspirar con el posterior perfeccionamiento técnico.

Un braceo amplio y coordinado, con un agarre potente del bastón al clavar, con un trabajo activo del pie desde el talón a los dedos, con una buena contra-rotación de caderas y hombros, adecuada inclinación de los bastones y suficiente tracción/impulso sobre ellos, nos asegurará un sano ejercicio para todas nuestras articulaciones, incluidas las 67 de nuestra columna vertebral, tan importante y tan olvidada (hasta que llega a dolernos, con la edad y el abandoono), o las 23 de cada extremo de nuestras cuatro articulaciones, tan obviadas y desdeñadas (hasta que las deformaciones y la artrosis nos las recuerdan), bien oxigenadas y regadas por un sistema circulatorio adecuadamente ejercitado y potenciado que incluirá en su benéfico recorrido un cerebro al que la edad tampoco suele perdonar.

Esta es la diferencia. Cualquier ejercicio es preferible a la inactividad, y nos proporciona ventajas apreciables. Pero la marcha nórdica, con una buena técnica, marca una clara diferencia con los demás deportes, y merece la pena el esfuerzo de su perfeccionamiento. Eso lo sabemos bien los que hemos convertido su práctica cotidiana en religión y, como buenos evangelistas, tratamos de transmitir nuestra experiencia a cuantos quieran escucharnos.

No es este un deporte para competir, aunque se pueda hacer, ni para socializar y disfrutar de la naturaleza, aunque esto también sea posible. Para todo eso ya están las carreras y el senderismo. La verdadera bondad de este deporte, lo que lo hace único, es la posibilidad que nos da, a todos, en cualquier entorno y momento, de disfrutar haciendo un ejercicio sano, equilibrado, racional y completo. Las sensaciones que nos aportará la práctica habitual de una buena técnica nos animará a gastar más en zapatillas, en la inteligencia de que lo ahorraremos en médicos y medicinas … lesiones y dolores.

Y la marcha nórdica no tiene más. La marcha nórdica es así de sencilla … y grandiosa. Hay, como en todos los ámbitos de la vida, quienes quieren hacer de ella un mundo, complicado, un arcano del que ellos sean los grandes y únicos gurús, sin otra finalidad que vender bastones, cursos, diplomas, extrañas combinaciones … humo; lo que tú te pagues. ¡Cuidaos de ellos! No os dejéis embaucar.

Yo he concebido este corolario a este trabajo sobre Teoría y Práctica de la Marcha Nórdica como una forma de Envío. Ya os he dicho todo lo que os tenía de decir, todo lo que para mí tiene la marcha nórdica. He intentado motivaros como mejor he podido. Si habéis llegado hasta aquí, leyendo todo lo que os he escrito, creo que estáis convencidos, de manera que, ahora ¡coged vuestros bastones y salid ahí fuera y hacedlo!

Saca tus bastones del paragüero y trata de mejorar tu técnica, pero sobre todo, no dejes nunca de disfrutar con la marcha nórdica, no te hagas daño y haz un buen ejercicio, ¡el mejor! No te arrepentirás.




lunes, 12 de febrero de 2024

NUEVO CURSO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA EN CARTAGENA

 El domingo, 25 de febrero, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 2º de este año, 104º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de la calle Juan Fernández https://www.google.es/maps/dir//37.6215857,-0.9910311/@37.621471,-0.9910955,17z/data=!4m2!4m1!3e2?entry=ttu. Tras esta sesión, podrás mejorar sensiblemente tu forma de andar y estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, al tiempo que adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 24 de febrero.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica, da igual. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,

José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).

lunes, 15 de enero de 2024

COLABORACIÓN CEXCARTAGENA - PROMETEO TORREPACHECO

 Marcha nórdica, para todos y para todo, salud con bastones, como rezan los lemas de nuestra Nordicartagena. Con toda nuestra ilusión, volcaremos en ellos toda la experiencia de nuestros 103 cursos de iniciación, con todo tipo de asociaciones.


viernes, 12 de enero de 2024

MI VISIÓN DE LA MARCHA NÓRDICA - EL PRACTICANTE DE MARCHA NÓRDICA

 ¿Es la marcha nórdica un deporte para gente mayor? La cuestión, así planteada, sólo tiene una contestación: SÍ. Sin embargo, lo que pretendo aquí es matizar esta categórica respuesta y examinar, aunque sea someramente, el porqué de este hecho.

Efectivamente, un deporte en el que la mayoría de los practicantes (compitan o no), y de los que cada año se inician en el mismo, está por encima del medio siglo, es sin duda un deporte apto para gente mayor, sin que eso quiera decir que no sea también adecuado para otros segmentos de población.


Tal como reza el lema de mi blog
, la marcha nórdica es un deporte “PARA TODOS Y PARA TODO”.

Sinceramente, no se me ocurre un deporte que por racional, equilibrado y completo, parezca más adecuado para el desarrollo físico de un cuerpo en formación, y sigo esperando, tras diversos intentos y decepciones personales, que aparezca en este deporte alguien que dé con la clave para “vender” este precioso producto a niños y adolescentes.

Que la marcha nórdica es ideal como entrenamiento cruzado para ciclistas, tenistas, golfistas, y otros muchos deportistas, de todos los niveles, es algo que se va imponiendo día a día, dentro y fuera de nuestras fronteras. Lo completo de esta práctica deportiva, lo equilibrado de su técnica, y su adaptabilidad a muy distintos niveles de preparación física, lo convierten en un deporte ideal, no sólo para los esquiadores de fondo durante la etapa estival, sino también, para todos aquellos deportes que, como los citados al principio del párrafo, adolecen de una excesiva lateralidad en su práctica, o de posturas forzadas de la columna vertebral mantenidas en el tiempo.

También, una buena técnica de marcha nórdica permite a quien la practica disfrutar mucho más de otros deportes, tales como el senderismo, el montañismo o las carreras por (o de) montaña. Los bastones, utilizados con la técnica adecuada, son ya insustituibles para corredores de ultrafondo y trail, y esta técnica está empezando a marcar una diferencia entre los practicantes de estos deportes que la han conseguido y el resto del pelotón. Y la técnica a que me refiero, no es otra que la de la marcha nórdica; naturalmente, adaptada al entorno en que se utilice.

Tampoco podemos olvidar en este apartado, el numeroso grupo de los que llegan a este deporte por “prescripción facultativa”, tras una intervención quirúrgica, una larga enfermedad, una lesión, o cualquier otro tipo de afección que requiera una recuperación cuidada y progresiva de algún miembro, o de una mejora orgánica general.

Pero, si la marcha nórdica es un deporte para todos, ¿por qué hay tanta gente mayor en nuestro deporte?

Yo encuadraría las razones en los cuatro apartados siguientes:

  1. Culturales. Como apuntaba en el primer apartado de este trabajo, desde antiguo, el uso de bastones ha estado asociado a la edad avanzada. La pérdida de fuerza, movilidad articular y equilibrio con la edad siempre se ha tratado de compensar con el uso de estos instrumentos. Esto sigue siendo cierto: la utilización de bastones, opcional en otros momentos de la vida, es una indudable ayuda/necesidad en la tercera edad, permitiendo a los miembros de este grupo alargar su autosuficiencia y su tiempo de ejercicio, tanto en práctica diaria como en edad. No es de extrañar, por tanto, que mucha gente joven perciba la marcha nórdica como un deporte para mayores y, así, muchas veces me he encontrado con atletas jóvenes que, tras asistir a una sesión de iniciación, reconocen los indudables beneficios del correcto uso de los bastones, pero se resisten a utilizarlos, aduciendo que “todavía son jóvenes”, “aparcando” la práctica de la marcha nórdica para cuando las lesiones les obliguen a dejar su actividad actual o la forma en que la realizan.


  1. Preocupación por la salud.
    Este es un problema de baja prioridad para la gente joven: desgraciadamente sólo valoramos realmente las cosas cuando las perdemos. Sin embargo, con el paso de los años, la salud va escalando peldaños en nuestras preocupaciones y, si somos consecuentes, en nuestras prioridades. La marcha nórdica, con sus múltiples, reconocidos y bien documentados, beneficios para la salud, viene a ocupar un lugar cada vez más destacado entre las opciones deportivas que nos quedan a las personas de edad, tanto más cuanto que la técnica es simple, racional y, por tanto, intuitiva, el equipo barato, y se puede practicar en cualquier lugar y momento.

  1. Disponibilidad de tiempo. La marcha nórdica, con ser un ejercicio tan racional y equilibrado, permite realizar sesiones de práctica deportiva más largas que, por ejemplo, la carrera. Yo he estado corriendo durante 45 años: no hay otro deporte que me permita, en media hora, tres veces a la semana, conseguir la sensación (y el efecto) de haber trabajado físicamente lo suficiente para conseguir un aceptable mantenimiento. Y media hora, tres veces a la semana (más otra media de calentamiento, vuelta a la calma, estiramiento y ducha), es todo lo que yo podía detraer de mis obligaciones familiares, al margen de una vida profesional bastante exigente. Sin embargo, con los hijos emancipados, y menos exigencias profesionales (es decir, cumpliendo “añitos”), vamos disponiendo de más tiempo libre para hacer un deporte más racional, menos peligroso … más adecuado a nuestra edad (siempre volvemos a lo mismo).

  1. Problemas para practicar otros deportes. Como ya he apuntado, con la edad se nos van limitando las posibilidades de practicar diversos deportes. A lo largo de los años yo he practicado tenis, equitación, esgrima, baloncesto, carrera, natación, wind surfing, montañismo … pero la dificultad del lugar, la pérdida de reflejos y otras limitaciones físicas, las lesiones, etc, han ido reduciendo la panoplia de posibilidades que se me ofrecían. Por ceñirme a dos de los más practicados por gente mayor, el tenis (o el pádel) tiene el problema añadido de que necesitas más gente para practicarlo, y el paso de los años te va reduciendo la lista de “colegas” disponibles; y el golf nunca ha sido una opción: ni siquiera ahora dispongo del tiempo que requiere. Y eso sin hablar de lugares de práctica, tiempos de desplazamiento, epicondilitis, epitrocleitis, … En este entorno, la marcha nórdica se nos va destacando como una opción muy válida; para mí, la que más.

Tal como digo en mis anuncios de cursos de iniciación: “La marcha nórdica es un nuevo concepto de movimiento en el que los bastones, utilizando una técnica adecuada, no sólo minimizan lesiones y repercusiones negativas de la marcha sobre columna y articulaciones inferiores, sino que, además, movilizan los músculos del torso y extremidades superiores, convirtiendo este ejercicio, junto con el esquí de fondo, del que procede, en el más completo y equilibrado de los conocidos, trabajando activamente más del 90% de los músculos y articulaciones de nuestro cuerpo. La marcha nórdica proporciona salud: corrige la postura y ayuda a prevenir/corregir problemas de columna y articulares, aumenta la oxigenación general, mejora la circulación y la producción de endorfinas, quema grasas, aumenta la autoestima … ideal para toda edad y condición física, desde niños y gente con movilidad limitada hasta deportistas de élite, que se puede practicar en cualquier lugar y momento.”

domingo, 31 de diciembre de 2023

NUEVO CURSO DE INICIACIÓN A LA MARCHA NÓRDICA EN CARTAGENA

 

El domingo, 14 de enero, de 09.00 a 13.00, tendremos un nuevo curso de iniciación a la marcha nórdica (el 1º de este año, 103º en total) en Cartagena, en el paseo de palmeras junto al Parque de la Rosa, frente al EuroSpar de la prolongación de Juan Fernández https://www.google.es/maps/dir//37.6215857,-0.9910311/@37.621471,-0.9910955,17z/data=!4m2!4m1!3e2?entry=ttu. Tras esta sesión, podrás mejorar sensiblemente tu forma de andar, estarás en condiciones de empezar a utilizar correcta y satisfactoriamente los bastones, al tiempo que adquirirás los conocimientos teórico-prácticos necesarios para auto-perfeccionar la técnica y aumentar así sus beneficios. Si quieres asistir, lee, rellena, revisa y envía este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN antes del 13 de enero.

El curso es gratuito y abierto a no socios; los niños son muy bienvenidos, acompañados de un adulto responsable; sólo necesitas traer ropa cómoda, zapatillas de deporte (aconsejable guantes finos, gorra y gafas para el sol) y dos bastones de senderismo o de marcha nórdica, da igual. Si no los tienes, el CExCartagena te los prestará para que puedas hacer el curso. No se trata de una excursión sino de una actividad de aprendizaje práctico que, aún no siendo de gran intensidad física, no está exenta de riesgo de caídas y exige cierto esfuerzo. Si tienes alguna lesión cardíaca, o algún otro problema que pueda dificultar tu participación, consulta con tu médico antes de asistir.

Para resolver cualquier duda, contacta directamente conmigo,

José Antonio Pérez González (Piri) -

659657981 (nordicartagena@outlook.com).

martes, 12 de diciembre de 2023

SALUD, DEPORTE Y EDAD

 

En la sociedad actual, dónde la actividad física laboral cada día es menor y el tiempo libre y la jubilación temprana aumentan día a día, el deporte, necesariamente, va ocupando un espacio cada vez mayor, y más justificado.

A lo largo de la vida de una persona, la actividad deportiva suele formar parte de sus rutinas, compartiendo el tiempo libre que sus demandas prioritarias, familiares y laborales, le van dejando. De esta manera, el deporte va incrustándose en su vida, hasta hacerse imprescindible, de manera que, cuando por alguna causa nos vemos obligados a no practicarlo durante un tiempo, nos deja un vacío que intentamos recuperar a mayor brevedad.

Con el paso de los años, es normal que tangamos que dejar de practicar una actividad deportiva que ha formado parte de nuestra vida, bien por pérdida de aptitudes (equilibrio, reflejos) o por falta de instalaciones adecuadas o por perder acceso al medio en el que la practicábamos. En tales circunstancias, procuramos sustituir la actividad negada por otra susceptible de mantener nuestro cuerpo en condiciones lo más semejantes posible a las anteriores.

Cuando cesa nuestra vida laboral, y la familia requiere menos de nuestra atención, muchas veces el deporte se convierte en una de las pocas actividades que nos restan. En este momento que, además, suele coincidir con un incremento de los estragos de la edad sobre nuestro organismo, es fácil que nos agarremos a ese viejo compañero de fatigas, el deporte, con ansias renovadas, viendo a menudo en él un bálsamo para todos nuestros males.

Sin duda, el deporte es un bálsamo para nuestro cuerpo y nuestra alma … siempre que la práctica deportiva habitual sea racional y no nos dediquemos a ella como si no hubiera un mañana, convirtiéndose así en un mal añadido a los que los años nos traen.

Todos conocemos a alguien (a veces lo vemos en nuestro propio espejo) que, encontrándose todavía relativamente bien, una vez alcanzada la jubilación, dobla o triplica su volumen habitual de ejercicio, o intenta gestas claramente exageradas, o incluso batir marcas, absolutas o personales. Desgraciadamente, la cruda realidad nos suele devolver los pies al suelo, en forma de lesiones, cada vez más difíciles de recuperar, o irreversibles.

La vida de cada persona transcurre en un continuo equilibrio entre capacidades y exigencias. Durante la primera parte, digamos hasta los 40 años, la línea de nuestras capacidades va ascendiendo, al tiempo que suben las exigencias a las que nos vemos sometidos. Después, aquella comienza a declinar, sí o sí, mientras que continuamos demandándonos más y más. El retiro viene como una necesidad que no siempre comprendemos bien. Una oportunidad relajarnos, de cambiar nuestras actividades a otras que nos exijan menos, más acordes con nuestras capacidades, ayudadas por la gran experiencia acumulada. El equilibrio mencionado se nos torna más inestable, fiado a una serie de rutinas de cuyo mantenimiento diario depende y de las que, por tanto, debemos procurar prescindir lo menos posible.

En lo que se refiere a la actividad física, todo lo dicho en el párrafo anterior cobra una actualidad sangrante. Cumple, por tanto, adaptarla en cada caso a las capacidades reales de cada individuo … no a las que él se crea que aún conserva.

Remedando aquellas publicaciones de los años 70 relativas al sexo, ¿deporte después de los 60? Por supuesto que sí, pero con cabeza, que para eso se supone que somos seres racionales. Y ¿cómo sé qué debo y qué no debo hacer? Bueno, cada quién tiene que dar su respuesta a esta cuestión, pero en términos generales yo diría que no debemos hacer nada que:

1. Nos cause dolor. La práctica deportiva no tiene que ser dolorosa. El dolor es una luz roja que nuestro cuerpo utiliza para avisarnos de que estamos haciendo algo mal, porque no estemos utilizando el equipo adecuado, porque lo estemos haciendo con una intensidad para la que (ya) no estamos preparados o porque el volumen de actividad realizada exceda (ya) nuestra capacidad.

2. Nos agote. Segunda luz de aviso de que dispone nuestro organismo para avisarnos de que nos estamos excediendo. Volvamos a niveles en los que la práctica deportiva, en lugar de ser agotadora, era placentera y, por tanto, invitaba a mantenerla y repetirla.

3. No podamos repetir al día siguiente. Cualquier actividad exagerada que me deje en un estado que me impida volver a realizarla mañana, me está privando de un ejercicio sano y racional que debo procurar no perder ni un sólo día, porque a estas edades, todo lo que hoy pueda mover y no lo mueva, igual mañana ya no puedo moverlo.

La práctica habitual de la marcha nórdica, lejos de competiciones, desafíos y quedadas multitudinarias, nos asegura un deporte racional, adaptable a cualquier edad y condición física. De manera que, a sacar los bastones del paragüero. y a disfrutar con ellos.